17/01/09

Santiago Montobbio: INIZI E FINI, LETTERE, LEI E LA SERA

1.

PRINCIPIO Y FINAL DE NOVELA

No mata la noche ni el amor tampoco.
Nosotros nos matamos, quizá poco a poco.
(Sobre esta pared rientes nubes son las grasas
si a las derrotas de la vida las comparas).


INIZIO E FINALE DI ROMANZO

Non uccide la notte e neppure l’amore.
Siamo noi che ci uccidiamo, forse poco a poco.
(Su questa parete ridenti nubi sono il grasso
se alle sconfitte della vita lo paragoni).



2.

ÚLTIMA CARTA

Porque no habéis entendido nunca nada,
por vuestro amor y sueño unidos
al continuo teatro de vivir
como todo lo vivo, por no heriros
(pues que hasta el fin, hasta el sin saber os amo)
y por si revolvéis también papeles cuando me haya la vida
o mi tristeza entera consumido estos versos
tienen aún motivo. Son los últimos que escribo, pues
siento el final cerca, la absurda escena
en que recojáis mi cuerpo
sobre la calle herida, entre el dolor
y otras preguntas. Éstos, sí, son los últimos versos.
Los que dicen adiós, aunque el todo siempre un adiós dice;
los que hablan de amor y adiós, de que hasta el fin
os quise: hasta el fin adiós y amor, sobre la calle ahora,
tras esta carta última, padre, madre, amigos rotos,
que hasta el fin la nada sea, y que una soledad persiga.


LETTERA ULTIMA

Perché non avete mai capito nulla,
per il vostro amore e il vostro sogno legati
al continuo teatro di vivere
come tutto ciò che è vivo, per non ferirvi
(poiché fino alla fine, fino a non saperlo vi amo)
se per caso frugate tra le mie carte quando la vita
o la mia piena tristezza mi avrà consumato, questi versi
ancora hanno un motivo. Sono gli ultimi che scrivo,
perché sento la fine vicina, l’assurda scena,
in cui raccoglierete il mio corpo
sulla strada ferita, tra il dolore
e altre domande. Questi, sì, sono gli ultimi versi.
Quelli che dicono addio, benché tutto dica sempre un addio;
quelli che parlano d’amore e di addio, che fino alla fine
vi ho amato: fino alla fine addio o amore, sulla strada ora,
dietro quest’ultima lettera, padre, madre, amici spezzati,
che fino alla fine sia il nulla, e una solitudine perseguiti.



3.

SÓLO ELLA

Absoluta la tierra, y desierta.
Sólo ella queda. Sólo ella.
Absoluta o desierta. A través
de epitafios en andar rasgados,
piedras y ojos
que me negaron el nombre
queda la tierra donde
con mi antigua luz he muerto: porque
soy una despedida que no dice
adiós a nadie o, mejor, mi
dios muchacho está en el aire.



SOLO LEI

Assoluta la terra, e deserta.
Solo lei rimane. Solo lei.
Assoluta o deserta. Attraverso
epitaffi nel procedere stracciati,
pietre e occhi
che mi negarono il nome
resta la terra dove
con la mia luce antica sono morto: perché
sono un commiato che non dice
addio a nessuno, o meglio, il mio
dio fanciullo sta nell’aria.



4.

FIN DE AMOR

Aunque para estas cosas he sido siempre especialmente inhábil
supongo que por muy torpe que uno sea
al fin y con el tiempo va aprendiendo
y quizá por esto el día en que la despedí
no me olvidé de prólogos ni de fuera nervios
y así me apliqué en encender cuidadosamente
las palabras -¿o con el cigarrillo se hacía eso?-
antes de enseñarle un calloso corazón endurecido.
Y en ese adiós a mí se me acababa el mundo,
pues me parece que entonces yo tenía
una muy exigente y prolija lista
de honestidades, cosa que vergonzosamente
recuerdo con descuido, ya que ahora pienso
que a lo más que podemos aspirar
en esta vida es a ser dueños
de algunas confusiones. Pero sí: a mí
se me acababa el mundo –tanto la quise, tanto
y mucho- y cuidé los prólogos y apreté su dolor
y recuerdo que me molestó que la escena
tomara los contornos de una postal
hecha de encargo. (Era una calle
estrecha, y para colmo
llovía un poco).

Tras el cristal del bar se veían pocos coches
mientras yo me odiaba sintiendo que el adiós
puede alguna vez ser la peor
de las humanas, sigilosas tormentas.

-Pero casi no lloré
porque se me corría el rimmel,
al día siguiente
explicó a una amiga.


FINE D’AMORE

Benché per queste cose sia stato sempre particolarmente inabile
suppongo che per quanto uno sia molto maldestro
alla fine e col tempo vada imparando
e forse per questo il giorno in cui la lasciai
non mi dimenticai di prologhi né di eccessi di nervi
e così mi applicai ad accendere accuratamente
le parole –o forse con la sigaretta si faceta questo?-
prima di mostrarle un calloso cuore indurito.
E in quell’addio a me mi si finiva il mondo,
perché mi sembra che allora io avevo
un assai esigente e prolisso elenco
di onestà, cosa che vergognosamente
ricordo con trascuratezza, poiché ora penso
che il più a cui possiamo aspirare
in questa vita è a essere padroni
di alcune confusioni. Ma sì: a me
mi si finiva il mondo –tanto l’amai, tanto
e molto- e curai i prologhi e costrinsi il suo dolore
e ricordo che mi diede fastidio che la scena
assumesse i contorni di una cartolina postale
fatta su comissione. (Era una strada
stretta, e per colmo
pioveva un po’).

Dietro il vetro del bar si vedevano poche auto
mentre io mi odiavo sentendo che l’addio
qualche volta può essere peggiore
delle umane, silenziose tormente.

-Ma quasi non piansi
perché mi si sciogleva il rimmel-,
spiegò il giorno dopo
a un’amica.



5.

ESTAMPA RELATIVA A MIS TARDES DE DOMINGO

Yo ya sé que me quieres muchísimo,
que tú hablas y amas y hablas
y que como eso a veces me fatiga
yo enredo despistado palabras,
que mientras tú me amas o me hablas con malicia yo aprovecho
para hacer huir a mi corazón por más ciudades
y aunque modestamente creo que en ciertas ocasiones
he demostrado tener
para el teatro habilidades
mucho me temo que generalmente
este tipo de internas escapadas
no se te suelen pasar por alto.
Así cuando de pronto ayer dijiste ¿qué hacemos?
y yo tuve que bajar del cielo para contestar
con cara de muy serio: “Cuidado con el perro”.
Luego ya me di cuenta de que estabas preocupada,
que hablabas quizá de amor o de nosotros
y desde luego también de que esta vez
me agarraste in fraganti. Pero qué
quieres que te diga: las cosas
como salen bien es en su principio, y como
yo ya sé que tú me quieres muchísimo,
y que para colmo yo también te quiero,
entonces quizá sí que lo único
que debemos hacer es -¿no te parece?-
tener muchísimo cuidado con el perro.


STAMPA RELATIVA AI MIEI POMERIGI DOMENICALI

Io so già che mi ami moltissimo,
che tu parli e ami e parli
e poiché questo a volte mi stanca
io mescolo confuso parole,
e mentre tu mi ami o mi parli con malizia io approfitto
per far fuggire il mio cuore per altre città
e benché modestamente creda che in certe occasioni
ho dimostrato di avere
capacità per il teatro
molto temo che generalmente
questo tipo di fughe interne
non sogliano passarti inavvertite.
Così quando ieri d’improvviso mi dicesti, cosa facciamo?
e io dovetti scendere dalle nuvole per rispondere
con faccia molto seria: “Attenta al cane”.
Poi mi resi conto che tu eri preoccupata,
che parlavi forse d’amore o di noi
e naturalmente anche questa volta
mi avevi preso in fragrante. Ma cosa
vuoi che ti dica: le cose
quando vengono bene è all’inizio, e poiché
io ormai so che tu mi ami moltissimo,
e che per colmo anch’io ti amo,
allora forse sè che l’unica cosa
che dobbiamo fare è –non ti sembra?-
avere moltissima cura del cane.


(Traduzione di Giuseppe Bellini)